¿Qué ordenador recomendamos para inteligencia artificial en 2025?
La inteligencia artificial sigue avanzando a pasos agigantados, y para poder trabajar con modelos de IA de manera eficiente en 2025, es fundamental contar con un ordenador potente. En este artículo, compartimos nuestra experiencia con el equipo que hemos comprado y explicamos por qué, después de probarlo, optaríamos por una configuración diferente.
Nuestra experiencia con el equipo adquirido
Cuando decidimos montar nuestro ordenador para inteligencia artificial, nos centramos en un equilibrio entre potencia y presupuesto. Sin embargo, tras varias pruebas con modelos exigentes y tareas de machine learning, nos hemos dado cuenta de que algunos componentes pueden limitar el rendimiento.
Limitaciones encontradas:
- Memoria RAM insuficiente: Optamos por 32 GB de RAM, pero al trabajar con modelos grandes, nos dimos cuenta de que 64 GB sería lo ideal para evitar ralentizaciones.
- Tarjeta gráfica con VRAM limitada: Nuestra tarjeta tiene 16 GB de VRAM, lo que ha sido suficiente para algunos modelos, pero hemos encontrado problemas al trabajar con redes neuronales más complejas.
- Cuello de botella del procesador: Aunque elegimos un procesador potente, en algunos casos se genera un cuello de botella que limita el rendimiento global. Para calcularlo, hemos utilizado herramientas como el calculador de cuello de botella.
Con la configuración que tenemos actualmente, podemos utilizar modelos de IA que requieran hasta 16 GB de VRAM, lo que nos permite trabajar con modelos de lenguaje avanzados, aunque con ciertas limitaciones. Sin embargo, para tareas más exigentes como el entrenamiento de LLM (Large Language Models), la generación de imágenes mediante FLUX o la creación de vídeos con IA, sería necesario un hardware más potente.
La configuración ideal para IA en 2025
Si hoy tuviéramos que elegir un nuevo equipo para trabajar con inteligencia artificial, optaríamos por una configuración más robusta:
- Mínimo 64 GB de RAM: Para evitar problemas de memoria al trabajar con modelos grandes.
- Tarjeta gráfica con al menos 24 GB de VRAM: Como la NVIDIA RTX 3090, que ofrece un excelente rendimiento para IA sin llegar al costo de las nuevas generaciones más caras.
- Procesador equilibrado: Un Intel Core i9-13900K sería opción sólida para evitar cuellos de botella.
- SSD NVMe de alta velocidad: Al menos 2 TB para manejar datasets sin tiempos de carga excesivos.
Con esta configuración, podríamos trabajar con modelos de LLM más avanzados, realizar inferencias más rápidas y mejorar el procesamiento en tareas gráficas exigentes como la creación de imágenes con FLUX o la generación de vídeos con inteligencia artificial. Además, nos permitiría entrenar modelos más grandes sin depender exclusivamente de servicios en la nube.
Conclusión
A la hora de elegir un ordenador para IA en 2025, es crucial pensar a futuro. Si bien nuestra configuración actual es funcional, la experiencia nos ha demostrado que un equipo con más RAM, una tarjeta gráfica más potente y un procesador bien equilibrado ofrece mejores resultados. Si estás buscando un PC para IA, te recomendamos considerar estos aspectos antes de tomar una decisión.